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sábado, 27 de febrero de 2021

Frans Masereel

 

LAS PRIMERAS NOVELAS GRÁFICAS V

(Los primeros Tebeos)

por Demetrio Casado de Otaola

Frans Masereel (1889-1972)
© De los grabados de Frans Masereel, Europa Verlag, Zurich.

Este artista belga estudió en la Academia de Bellas Artes de Gante. En 1916 se estableció en Suiza. País neutral por excelencia. Parece un lugar adecuado de residencia para un militante de la causa pacifista como Masereel, máxime teniendo en cuenta que así evitó ser movilizado. Allí desarrolló hasta 1922 buena parte de su actividad artística. Consistente fundamentalmente en grabados, siguiendo la tradición de artistas ilustres como Jacques Callot y Goya.

 Grabado de Viaje apasionado de Maserell.

Masereel optó inicialmente por el realismo (tan propio de la tradición artística flamenca) para abandonarlo, tras la transformación que obró en él la I Guerra Mundial, por el expresionismo, más apropiado para el artista europeísta y espiritualizado en el que se convirtió.

 Grabado de Viaje apasionado de Maserell.

La técnica y el estilo del belga están supeditados a la necesidad de trasmitir mensajes de manera sencilla, concisa y con premura de tiempo en cuanto a la producción. Maserell opta por la xilografía, la antiquísima y laboriosa técnica del grabado en madera recuperada a principio del siglo XX por corrientes artísticas como el Expresionismo alemán.

 Grabado de Viaje apasionado de Maserell.

Genio y dedicación se aúnan en la obra de Masereel. Estos grabados expresionistas comenzaron a publicarse en blanco y negro en el periódico ginebrino pacifista La Feuille. Dichos trabajos dieron lugar en 1918 a una suerte de novelas gráficas, “novelas en grabados” según la definición del artista Lynd Ward, “novelas sin palabras/novelas en imágenes” según Masereel, consistentes en secuencias o sucesiones de grabados sin texto. La ausencia de texto parece un intento de comunicación universal, una obra para todos. Una intención que comparte con autores como Caran D´Hache o Bateman. En el caso de Maserell se trata no sólo de superar barreras idiomáticas sino también sociales. 

Grabado de Viaje apasionado de Maserell.

El belga parece querer asemejar su trabajo al cine, medio muy del gusto del autor debido a su alcance. El cine fascinó al conjunto de la sociedad del siglo XX.

 Grabado de Viaje apasionado de Maserell.

Masereel pertenece a un grupo de autores comprometidos, a caballo entre el siglo XIX y XX, que optaron por utilizar la imagen, lenguaje universal al alcance de todos, para expresar sus ideas, para denunciar la injusticia social. Autores como el alemán Nückel o el estadounidense Ward que también utilizaron la técnica del grabado y en los que caló la obra de Masereel.

Masereel dijo sobre sus obras: “desde el tiempo de mi juventud, he protestado contra la sociedad en la que vivo. La injusticia social me resultaba odiosa y creo que esta temprana rebelión se convirtió en la fuente de muchas de mis obras”.

Algunas de  estas novelas sin palabras  fueron:

La senda del dolor de un hombre (25 images de la Passion d´un Homme) de 1918 y primera de estas obras. Cuenta la historia de una joven madre soltera arrojada de la casa familiar, cuyo desamparado hijo habrá de bregar con una industrializada y deshumanizada sociedad y con sus propias, y sí humanas, debilidades. Historia connotada de denuncia de la que se hablaba y que recuerda a la posterior Destino: Una novela en imágenes del también  mencionado autor alemán  Otton Nückel, que también narra la desgraciada vida de una mujer desamparada por la sociedad.   

 Grabado de Destino © Herederos de Otto Nückel.

Siguieron El sol (1919) una versión modernizada de la historia de Ícaro, La idea (1919), La ciudad (1920)… Todas muy personales, sentidas, ricas en contenido… 

 Grabado de El sol.

La más destacada de todas ellas sea probablemente:

 

Viaje apasionado, Mon libre d´heures (1919): El autor encabeza esta novela gráfica, casi una película en blanco y negro, con un par de citas especialmente escogidas para introducir, explicar, lo que viene a continuación:

“¡Mirad! No doy yo lecciones, ni limosnas menudas. Cuando doy, me doy a mí mismo” (Walt Whitman).

“Placeres y dolores, ironías, agudezas, experiencias y locuras, paja y heno, higos y uvas, fruta verde, fruta madura, rosas y espinas, cosas que he visto, y leído, y conocido y tenido… ¡Cosas que he vivido!” (Romain Rolland).


Es un tanto osado pretender reseñar esta obra. Se trata de un viaje, un viaje vital más que geográfico. Experiencias, vivencias  del protagonista. Que se presenta como alguien auténtico, libre, puro se podría decir. Concretando más un artista, y concretado aún más Frans Masereel.

El viaje comienza en un tren, que el protagonista disfruta como un niño divertido y curioso. 

Desde que se apea del tren el protagonista se singulariza entre  la masa urbanita de la ciudad a la que llega. No lleva sombrero, no se desplaza en rebaño, va a ningún sitio y a todas partes a la vez.

El tren le ha llevado a una ciudad en la que encuentra una asfixiante expansión industrial; también diversión, cultura, romance y multitud de experiencias; siendo a la vez un lugar decadente, depravado, alienante y hostil, de pobreza y miseria. Y así es representada. 

 Capitán Britania.
 Chicato.

En una obra posterior titulada La Ciudad, Maserell, profundiza en esta representación de la urbe. Los grabados de Viaje apasionado que muestran las vivencias en la ciudad se corresponden con bastantes de los que componen La Ciudad, que también comienza con un tren llegando a una gran ciudad.

Grabado de La Ciudad.

El autor conoció y vivió en grandes ciudades pues, aparte de en Bélgica y Suiza, pasó períodos de su vida en Inglaterra, Alemania y Francia.

Grabado de Viaje apasionado.

 Grabado de La Ciudad.

Como diría Paco Martínez Soria “la ciudad no es para mí”. El protagonista de Viaje apasionado, espantado, acaba por salir escopetado de la ciudad. Aunque volverá.

 © Mirchamut.

El autor fue considerado subversivo y revolucionario, en su momento. Desde luego fue contrario a la guerra y denunció el enriquecimiento de algunos a costa de ella. Su obra también denuncia y condena a nuestra civilización, a las distorsiones que provoca en nuestra vida y en nuestra sociedad. Maserell demostró abiertamente sus simpatías hacia la Unión Soviética entre los años posteriores a la I Guerra Mundial y los previos a la Segunda. En Viaje apasionado se puede ver al protagonista arengando y encabezando movilizaciones obreras. Se diría que como una experiencia vital más de quien se conmueve, se indigna, se solidariza ante la explotación, la pobreza, la injusticia… emociones, reacciones, sentimientos humanos más que ideas o doctrina. Si es un revolucionario,  no parece ser uno que pretenda cambiar una opresión por otra, la que suponga la superación de la lucha de clases mediante la eliminación o reeducación a la fuerza de las otras clases, la imposición de una historia pasada reescrita a conveniencia y un modo único de pensamiento tutelado por un líder paternalista y totalitario rodeado de un séquito de privilegiados. Además el protagonista no es un obrero. Se le puede ver trabajando en el campo y en otras ocupaciones, pero como otras vivencias más. Vivencias que va dejando atrás como la de activista, de la que parece cansarse o decepcionarse. Después de todo el protagonista se desenvuelve a lo largo de la historia con una actitud un tanto traviesa, despreocupada, irresponsable, hedonista, gamberra, aventurera…

El protagonista sufre el desamor y como tantos, busca, y no encuentra, consuelo en el alcohol. La inestabilidad del personaje trasciende al entorno urbano.

Como se decía, no es un obrero: Hace trabajos pero no trabaja, se enamora pero no se empareja, ama a los niños pero no es padre… Pasa por la vida experimentado, disfrutando, también sufriendo (como cualquiera), pero sin llegar a involucrarse en la sociedad,  de cuyos estamentos a veces se ríe, se burla… por la perplejidad, por la incomprensión que le provocan. Así, a  veces se  muestra al protagonista  provocador, transgresor… de lo que sale indemne pues está al margen de todo, se libra de los castigos, rechaza recompensas. En todo caso los grabados que se refieren a estas cuestiones quizá simbolicen más la actitud del protagonista que vivencias concretas.


 Miseria en la ciudad. Grabado de Viaje apasionado.

Aparte de a la ciudad y al campo el protagonista se embarca en viajes más lejanos y llega a Asía y África (el propio Masereel residió un tiempo en Túnez) donde sigue observando, experimentando, a veces rechazando (en el caso de la esclavitud) lo que se le presenta. 

Otros grabados de Viaje apasionado se refieren al sexo, al mar, a cotidianeidades, fiestas, diversiones, al sentimiento religioso…

Así el protagonista llega al final del viaje, de la vida. Agotadas las vivencias o agotada, quizá, la capacidad de experimentarlas.

Noche estrellada, Van Gogh.

 Final del viaje, recostado, disfrutando una noche estrellada que podría haber contemplado Van Gohg. “El viento soplaba y las estrellas brillaban con fuerza en el cielo despejado. Se sentó para contemplarlas con la espalda apoyada en una roca que todavía desprendía el calor del día durante la noche de verano. Un rato después se durmió. “ (Sigue el viento libre, Leigh Brackett).

Llega al término de su viaje en soledad, tan sólo un perro, ese milagro animal sin el que Unamuno no concebía un cielo, parece despedirse de él. En realidad todos llegamos solos a ese momento. Y, aunque al protagonista se le muestre acompañado en momentos de su vida, se diría que ha estado siempre solo pues no llega a involucrarse con nadie ¿El precio de la libertad? 

 

Como se decía llega al término del viaje solo, en paz, en plenitud.  Trasciende, su rostro muta en calavera y pisotea su corazón. Su corazón de hombre, sus pasiones, emociones, que han determinado su vida interfiriendo en el sosiego que llega al final.  

Grabado final de Viaje apasionado.

 Grabado de Ward para su novela gráfica God´s Man, inspirada en la obra de Masereel.

Quizá sea forzado considerar esta obra una novela gráfica, pero es, desde luego, una narración gráfica que contiene secuencias. También se emplean recursos gráficos que se corresponden con los de los tebeos.

Sobre su obra Masereel explicó: “No creo haber tenido «influencias», porque dibujo del natural. Lo que para mí cuenta es ser honesto, sincero conmigo mismo y los demás. No quiero hablar de mí. Prefiero dejar eso a mis obras, que a mi parecer reflejan mi naturaleza, mis sueños y mi desarrollo”.

Para Thomas Mann el arte de Maserell fusiona nobleza y libertad, historia y actualidad.

Según Hermann Hesse “… Maserrell siempre se ocupa en el fondo de lo mismo, de algo intemporal, eterno: de una historia eternamente igual, eternamente apasionada, eternamente inspiradora, la del ser humano…”.

Poco y pobremente es lo que quien suscribe puede decir de Viaje Apasionado. Mejor es visualizar la obra en la edición digital  que puede verse en el enlace que sigue o hacerse con la edición de Muchnik Editoreso la más reciente de NØrdica.

VIAJE APASIONADO (1919) Frans Masereel (slideshare.net)



La obra de Maserell ejerció una gran influencia sobre artistas como Lynd Ward o Clifford Harper. También es importante su influencia sobre los grabadores mexicanos del Taller de Gráfica Popular y especialmente sobre la escuela de grabadores argentinos (Artistas del Pueblo, Grupo Espartaco y otros). El Museo del dibujo y la ilustración de Buenos Aires, atesora una importante colección de sus grabados y libros ilustrados.

Will Eisner reconoce a la obra de Masereel como uno de los modelos que siguió para su celebrada novela gráfica Contrato con Dios.  

 Imagen de Contrato con Dios.

Art Spiegelman, renombrado autor de tebeos, ganador de un premio Pulitzer, dijo de la obra de Masereel es una parte importante de la historia secreta de los cómics.


REFERENCIAS. Gravett, Paul, 1001 cómics que hay que leer antes de morir, Grijalbo, Barcelona 2012. Masereel, Frans, Viaje apasionado, Muchnik Editores, Barcelona, 1990.  Masereel, Frans, La Ciudad, Muchnik, Iralka, 2009. Wikipedia.  Ayuso, Olga, Las vidas que conocemos, La Ciudad, en Cien tebeos imprescindibles, Jot Down Books. Nückel, Otto, Destino una novela en imágenes, Sans Soleil ediciones, Barcelona 2015.