Inicialmente el estilo de dibujo de Herriman denota la influencia de Bud Fisher (como tantos dibujante de la época) para quien trabajó como ayudante en la celebérrima tira Mutt & Jeff. Se
trataba de un estilo que dio en llamarse línea
rápida, que utilizaron autores como Clare
Briggs, Dwig, Percy Crosby o Clifford McBride.
El dibujo de Herriman evolucionó a un estilo más simplista y expresivo. En Krazy Kat conviven la simetría y la asimetría, el arte aborigen, elementos asociables al expresionismo, art deco, cubismo o minimalismo. La crítica del momento calificó a Herriman como el único autor de tiras expresionista.
1917.
Del trabajo de Herriman se ha dicho, aparte de otras referencias comentadas, que recoge la comedia del actor cómico W.C. Fields, la obra de escritores como Eliot y Joyce y la obra teatral, precursora del Surrealismo, Dadaísmo y Teatro del absurdo, Ubú Rey (Alfred Jarry, París 1896). De hecho la obra de Herriman anticipa algunos de los elementos del Surrealismo. Se pueden encontrar paralelismos estéticos con los trabajos de artistas surrealistas como Tanguy, Chirico, Dalí o Miró.
Del trabajo de Herriman se ha dicho, aparte de otras referencias comentadas, que recoge la comedia del actor cómico W.C. Fields, la obra de escritores como Eliot y Joyce y la obra teatral, precursora del Surrealismo, Dadaísmo y Teatro del absurdo, Ubú Rey (Alfred Jarry, París 1896). De hecho la obra de Herriman anticipa algunos de los elementos del Surrealismo. Se pueden encontrar paralelismos estéticos con los trabajos de artistas surrealistas como Tanguy, Chirico, Dalí o Miró.
El
23 de abril de 1916 la tira inició la versión en página dominical independiente,
en el suplemento de artes y oficios City Life, del New York Journal. Durante
15 años ocupó la sección central de la página de sociedad con distintos
tamaños, en lugar de publicarse en una sección específica junto al resto de las
tiras. Esta circunstancia denota la peculiaridad de esta tira “cómica” que, en
resumidas cuentas, muchas veces no es sino una reflexión, una metáfora sobre la
condición humana. Otra circunstancia atípica fue que se publicó en blanco y
negro. Algo apropiado dado el público, más bien adulto, a quien va dirigida. No
obstante, hacia 1919 se publicaron unas curiosas planchas dominicales en la
sección de pasatiempos que al ser humedecidas quedaban coloreadas.
En 1922
apareció también, en una sección de tiras, los sábados.
Entre agosto de 1925 y 1929 la tira hubo de ajustarse a un formato fijo de página por imposición de Hearst, propietario de los derechos de la serie. Se quería potenciar la serie ampliando el tamaño de los dibujos, pero al hacerlo perdió la diversidad con que Herriman componía y distribuía viñetas, que planteaba como un escenario teatral, con un decorado de fondo en constante cambio, en el que actuaban sus personajes. Este constante cambio del fondo de las viñetas ha sido utilizado posteriormente por otros dibujantes como los de las tiras Broomhilda y Homo Sapiens. Se ha interpretado esta fluctuación del fondo como un intento de emular la luz cambiante de los parajes desérticos que tanto gustaban a Herriman, también se ha dicho que el paisaje de fondo se correspondía con el estado anímico de los personajes.
Krazy
Kat tuvo, en
definitiva, diversos formatos y desigual éxito en el puñado de periódicos a los
que se distribuyó. El 1 de junio de 1935 comenzó a publicarse la página
dominical en color. A esas alturas Herriman
tenía ya el ejemplo de colegas como McCay,
Feininger, Sterret o King, para
aplicar el color con intención artística, en vez de cómo un mero recurso para
resaltar acciones o atraer al público, como se hacía en los inicios de las
tiras. Lo utilizó como un elemento más de composición de la página, que empezó
a estructurar casi como las mantas tejidas por los indios navajos, de las que
había llegado a adquirir una buena cantidad.
A
pesar del éxito inicial, a medida que Krazy Kat se iba volviendo más
transgresora y esotérica también perdía popularidad. Sobre todo en las páginas
dominicales. Las tiras diarias eran más convencionales, si es que puede
aplicarse este término a Krazy Kat. En ocasiones, como era
habitual en las tiras cómicas diarias, se continuaban de un día para otro y
durante algún tiempo tenían unidad argumental que giraba en torno a un gag
hasta que éste agotaba sus posibilidades.
Ya se ha dicho que fue una serie
atípica, muy personal, realizada al capricho del autor, con una vena irónica,
poética, amarga… con gags y juegos de palabras no siempre comprensibles. Los
lectores, en general, no entendían ni encontraban graciosa la tira, ni
atractivos a sus personajes. Carecía de los elementos que hacían populares a
las otras tiras del momento. Se escribieron numerosas cartas a las redacciones
de los periódicos de Hearst pidiendo
su cancelación. Pero la serie se publicó en virtud del empeño personal de Hearst, que contravino, en este caso, su habitual tendencia hacia lo
comercial y la opinión de lectores y editores. Hearst valoraba el prestigio cultural e intelectual que le aportaban los escasos aunque ilustres lectores que
manifestaban su gusto por la serie. Como
el presidente Wilson, los cineastas Frank
Capra y Fritz Lang, el cantante Caruso, los escritores
Ernest Hemingway, E.E.
Cummings, Jack Kerouac (que consideraba a los personajes de Krazy
Kat como a los “progenitores de la
Generación Beat”) y
T.S. Elliot o,
posteriormente, Joan Miró y
Humberto Eco,
quien declaró: “la poesía nace de cierta terquedad lírica del
autor, que repite hasta el infinito su anécdota, haciendo siempre variaciones
de un mismo tema, y sólo por esta causa la perversidad del ratón, la piedad sin
recompensa del can y el desesperado amor del gato alcanzan aquella condición
que a muchos críticos parece una propia y verdadera condición poética, como una
ininterrumpida elegía hecha de doliente candor”. Incluso Picasso era seguidor de
la serie que leía en compañía de Gertrude Stein. También el guionista y editor de tebeos Stan Lee fue lector de la serie en su juventud.
Parece que la serie tuvo algo más de predicamento en Canadá, pues el dibujante Arch Dale realizó una tira que imitaba la ambientación y los personajes de Krazy Kat, agente de policía incluido. La tira se tituló The DooDads y tuvo bastante difusión en los años 20 en Canadá. No así en Estados Unidos, donde apenas era conocida. Aunque se publicaba en formato a toda página, casi siempre en color, tuvo también versión diaria. Dio lugar a recopilaciones, juguetes y otros productos de merchandising. Finalizó en los años 30.
Ignatz, Krazy y Ofissa Pup.
Ignatz y Krazy no alcanzaron, ni por asomo, la popularidad que lograrían posteriormente sus congéneres de los dibujos animados Mickey Mouse y El Gato Félix (personaje
con el que especie aparte comparte entornos surrealistas), pero, al igual que ellos, dieron lugar a algunos productos de merchandising de los que se benefició Herriman, al ser uno de los pocos, en aquellos años, que ejercía derechos sobre sus personajes.
Mickey Mouse.
Se realizaron además algunas animaciones de la tira (anteriores a las mencionadas al principio) que se proyectaron en los cines, 28 episodios entre 1916 y 1918, otros 10 en 1920, en 1925 y un centenar en 1929, aunque tenían poco que ver con el original.
Muñecos de Krazy Kat.
Krazy Kat en una versión animada
de los años 30.
https://www.youtube.com/watch?v=AoHsThSChLE
https://www.youtube.com/watch?v=cyXDR4tuKt8
https://www.youtube.com/watch?v=vzwzNcb-5e8
También se estrenó en Nueva York un ballet de Krazy Kat en 1922 que tuvo cierto éxito.
A
pesar de no lograr el reconocimiento popular en su día, el humor absurdo de Krazy
Kat, que mezcla gags visuales con diálogos
delirantes en un entorno irreal, estaba en sintonía con lo realizado por otros
artistas de la época como Chaplin (el
actor preferido de Herriman) o los Hermanos Marx.
En
Krazy
Kat también se dan gags típicos de las historietas, a pesar de su
lirismo, no deja de ser una tira cómica.
Algunas tiras de Krazy Kat se inspiran en
películas de Buster Keaton. Además Herriman frecuentaba los estudios donde
se realizaban películas cómicas, como las de Laurel & Hardy, cuyas chaladuras consideraba acordes a las de Krazy.
En todo caso, sí que tuvo buena
acogida y elogios por parte de la intelectualidad. El ensayista Gilbert Seldes dedicó a Krazy
Kat un capítulo de su libro The Seven Lively Arts (1924) y
un artículo en la revista Vanity Fair (1922) elogiándola. Esta
revista consideró que Krazy Kat era la mayor obra de arte
producida en Estados Unidos, incluyó a Herriman
en su galería de famosos y publicó una historieta de Krazy Kat en 1930.
Fragmento de la tira de Krazt
Kat publicada por Vanity Fair en 1930.
Actualmente el reconocimiento ha llegado a Herriman y su Krazy Kat. En 1999 en la publicación The
Comics Journal fue votada como el mejor cómic del siglo XX. Incluso
se otorga un premio anual al mejor cómic llamado Ignatz. Krazy
Kat no sólo se valora por la expresividad y eficacia del grafismo de Herriman.
También
por los textos y diálogos: a veces de corte shakesperiano, a veces jerga que
mezcla inglés, francés, alemán, argot de Brooklyn, castellano, mejicano,
yiddish, dialecto criollo de Nueva Orleans, navajo… Esta amalgama lingüística,
junto a elementos de culturas como la china o egipcia, que aparecen en Krazy
Kat, reflejan la fascinación del autor por el choque de
culturas, tan patente en los Estados Unidos. La
variedad de lenguas y culturas, el ambiente fronterizo, también se aprecia en Barón
Bean, otra de las series de Herriman.
Viñetas de Krazy Kat con referencias a China.
Viñetas de Krazy
Kat y Barón Bean, dos series de Herriman
en las que se invocan a los espíritus egipcios.
Herriman bebía de fuentes muy diversas para escribir en Krazy Kat. Algunas muy ligadas a la rica y muy presente cultura oral estadounidense de principios del XX: Cantos populares; los discursos de políticos, feriantes (profesión que ejerció Herriman en su juventud), vendedores callejeros o locutores deportivos; textos bíblicos; poemas; el lenguaje científico y médico… proporcionaron a Herriman elementos con los que elaborar su particular lenguaje poético del sinsentido y sus manipulaciones y juegos de palabras, como hicieran los escritores Lewis Carroll y Edward Lear.
Edward
Lear
Así como Winsor McCay, en su serie de prensa Little Nemo, ofrecía múltiples capas de información gráfica, Herriman amplía la oferta de información mediante la combinación del lenguaje, el diseño y el dibujo.
Krazy Kat 1918
Herriman murió en 1944. Aunque sus últimos años fueron desgraciados (sobrevivió a su mujer e hija), tuvo una
vida apacible, alegre y satisfactoria, lo que se transmite en su obra. La primera recopilación de Krazy Kat se publicó en
1946. Hubo algunas adaptaciones. Como la realizada por John Stanley entra 1951 y 1952, publicada por Dell, muy alejada del concepto original. En 1958 CBS televisó la obra de teatro en
directo titulada Krazy Kat que intercalaba fragmentos de Esperando a Godot.
Nadie continuó Krazy Kat pero dejó huella en autores como el cineasta Walt Disney; o en colegas como Walt Kelly (dibujante de tiras y películas de animación); Segar, tanto en el estilo de dibujo como en el ambiente de ensoñación que muestra en Sappo, la serie que acompañaba a Thimble Theatre de la que surgiría el celebérrimo Popeye; Will Eisner (The Spirit) y Schultz, creador de la serie Peanuts, conocida en España como Carlitos, por el personaje principal Charly Brown, cuyo jersey característico lleva un diseño navajo en zigzag en homenaje a Herriman.
Sappo
Nadie continuó Krazy Kat pero dejó huella en autores como el cineasta Walt Disney; o en colegas como Walt Kelly (dibujante de tiras y películas de animación); Segar, tanto en el estilo de dibujo como en el ambiente de ensoñación que muestra en Sappo, la serie que acompañaba a Thimble Theatre de la que surgiría el celebérrimo Popeye; Will Eisner (The Spirit) y Schultz, creador de la serie Peanuts, conocida en España como Carlitos, por el personaje principal Charly Brown, cuyo jersey característico lleva un diseño navajo en zigzag en homenaje a Herriman.
Viñetas de Krazy Kat en las que se muestra una vasija con decoración en zig-zag.
En la viñeta de la
serie Barón Bean, otro personaje de Herriman lleva una falda con el diseño navajo en zig-zag
La influencia
alcanza también a algunos autores más recientes como a Patrick McDonnell que homenajea a Herriman en su tira Mutts, el underground Robert Crumb, Art Spiegelman
en su obra Maus,
Bill Watterson (el conocido creador de Calvin y Hobbes)
o Chris Ware y a renovadores del
cómic europeo como el holandés Joost
Swarte, el belga Lucien Meys, el
italiano Máximo Mattioli y el
francés Nikita Mandrika. En España Ángel Puigmiquel reconoció su influencia, sobre todo en su historieta En el país de los chiflados; incluso en Makoki el inefable tebeo de Gallardo y Mediavilla se hacen referencias a Krazy Kat; mencionar además, entre los autores españoles, a Micharmut.
El gag recurrente de tebeos y dibujos animados en el que un ratón mortifica a un gato, puede ser una herencia de Ignatz y Krazy Kat, aunque seguramente tenga más que ver con las películas de dibujos animados de Tom y Jerry.
La influencia de Krazy
Kat en el arte contemporáneo se aprecia en artistas como el pintor Öyvind
Fahlström, el grafitero David
Wojnarowicz o el paisajista Philip Guston.
Hay quien dice que Herriman
es al cómic lo que Miró a la pintura o Buñuel al cine.
En
España Ediciones Eseuve publicó una antología de Krazy Kat en 1990. Planeta
DeAgostini ha publicado una recopilación de las tiras dominicales
desde 1925 a 1942 (hasta la fecha) y Norma, en 1996, un volumen con las tiras
dominicales de 1936 a 1937 y recientemente una recopilación de páginas
dominicales en tamaño original. La efímera revista La Oca publicó algunas
tiras diarias y dominicales en 1985. La desaparecida colección Clásicos
del comic publicó en sus siete primeros números páginas dominicales de
1936 entre 1988 y 1989, así como la desaparecida revista Cairo que publicó páginas dominicales a partir de su número 46. Hay también una edición argentina de 1992 (Ediciones de
la Urraca) con una recopilación de tiras diarias.
En
1984 el Museum of Cartoon Art de Rye Brook de Nueva York, dedicó una gran
retrospectiva a la obra de Herriman.
Se han publicado varios libros de dicados a Herriman: En 1986 Krazy
Kat: The Comic Art of George Herriman y en 2016 Krazy: George Herriman: A Life in
Black and White. En 1988 Eclipse
Comics publicó la primera recopilación de las páginas de Krazy
Kat, entre 2002 y 2008 Fantagrphics
Books completó la empresa. En 1999 la publicación The Comics Journal proclamó,
tas votación, a Krazy Kat como el mejor tebeo del siglo XX. En el año 2005 el Museum of Contemporary Art de Los
Ángeles dedicó una exposición a 15 autores clave en el desarrollo del Cómic,
entre ellos figuraba Herriman. En 2016, la Schirn Kunsthalle de
Frankfurt, dedicó una exposición a seis pioneros del Cómic, entre los que de
nuevo figuraba Herriman. En
octubre de 2017 y hasta el 26 de febrero de 2018 se pudo ver en el Museo Reina
Sofía de Madrid la exposición Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat.
REFERENCIAS
Libros
●Gaumer, Patrick y Moliterni, Claude, Diccionario del Cómic, Larousse,
Barcelona 1996. ●Gravett, Paul, 1001
cómics que hay que leer antes de morir, Grijalbo, Barcelona 2012. ●Guiral,
Antoni, Del tebeo al manga: Una historia
de los cómics 1, Panini. ●Sabaté, Félix, Krazy
cat Herriman, en 101 comics para
recordar, Extras El Boletín, nº 5, Barcelona 1997. ● Gran enciclopedia Larousse, Planeta, Barcelona 1977. ●García, Santiago, Cómics sensacionales, Larousse, Barcelona 2015.●Soldevilla, Joan Manuel, Ángel Puigmiquel una aventura gráfica, Diminuta, 2015.
Tebeos
●Herriman, George, Krazy & Ignatz, Planeta DeAgostini, Barcelona 2006. ●Herriman, George, Krazy Kat,
Norma, 2013.
●Herriman, George, Krazy Kat,
Eseuve, Madrid 1990. ●Herriman, George, Krazy Kat, Norma,
Barcelona 1996.
●Herriman, George, Krazy Kat, Colección Nostalgia nº 1, Ediciones de la Urraca, Buenos Aires 1992. ●Varios, La Oca, nºs 1al 4, Ipanema, Barcelona 1985. ●Varios, Clásicos del comic nºs 1 al 7, Complot, Barcelona 1988-1989.● Wright, Nicky, The Classisc Era of American Comics, Carlton Books, 2013. ● Coma, Javier, Comics en Hollywood , en Zona 84 16, Toutain, Barcelona 1986. ● Museo Nacional de arte Reina Sofia, Exposición George Herriman Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat, Madrid, 18 de octubre de 2017-26 de febrero de 2018.
●Herriman, George, Krazy Kat, Colección Nostalgia nº 1, Ediciones de la Urraca, Buenos Aires 1992. ●Varios, La Oca, nºs 1al 4, Ipanema, Barcelona 1985. ●Varios, Clásicos del comic nºs 1 al 7, Complot, Barcelona 1988-1989.● Wright, Nicky, The Classisc Era of American Comics, Carlton Books, 2013. ● Coma, Javier, Comics en Hollywood , en Zona 84 16, Toutain, Barcelona 1986. ● Museo Nacional de arte Reina Sofia, Exposición George Herriman Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat, Madrid, 18 de octubre de 2017-26 de febrero de 2018.
Webs
●Wikipedia.
Otros
Otros
● Museo Nacional de arte Reina Sofia, Exposición George Herriman Krazy Kat es Krazy Kat es
Krazy Kat, Madrid, 18 de octubre de 2017-26 de febrero de 2018.
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